Ayer tuvimos al escritor Juan Bolea en la biblioteca de Illueca.
Y, a partir de ahí, ya resulta difícil resumir en unas líneas la sensación estupenda de estar escuchando a un escritor que hemos leído, admirado y comentado.
Juan Bolea deleita con la "voz de locutor", que decía algún asistente, y mucho más con su dominio de la literatura.
Es un escritor muy lector, que ama a sus maestros, desde Poe y A. Christie, hasta nuestros días.
Con él dimos un viaje al mundo de la novela negra, policiaca, de misterio.
Y terminamos con sus libros, dando vueltas al carácter de la inspectora Martina de Santo, con tantos matices como lectores.
Muchos días después, seguiremos recordando a Juan Bolea, sus palabras, su voz, sus maneras de gentelman. Pero sobre todo, leeremos sus libros con una perspectiva diferente, más cálida y cercana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario